Para esta exposición, Alejandra Glez (La Habana, Cuba, 1996) y Paula Anta (Madrid, 1977) reunen varias de sus piezas en las que tratan el tema del mar desde lo emocional y lo visual.

Alejandra lleva su obra hacia un camino personal, lo religioso, su relevancia y la necesidad de visibilizar los daños causados por la actividad humana. El mar es para ella un símbolo de la maternidad; es hija de Yemaya, diosa del mar en la religión Yoruba. Este vínculo espiritual enlaza a la artista con los océanos y sus energías. Sus orígenes culturales y geográficos refuerzan este vínculo, esta relación que la creadora explora a través del trabajo con el cuerpo y los materiales. Su obra contiene fuertes componentes emocionales, a la vez que expone la necesidad de cuidar de nuestros entornos.

Paula Anta con varias piezas de su proyecto “UPROOT” lo enfoca desde el desarraigo, la pérdida o corrupción de las raíces y supone un extrañamiento o pérdida de sentido vital. La serie "Khamekaye" está realizada en la Grande-Côte, una sección del litoral senegalés que abarca unos 150 km, situado desde el norte de Dakar hasta la desembocadura del río Senegal. En esta gran superficie de playas y dunas se distinguen, de tanto en tanto, unas estructuras compuestas por ramas, plásticos, redes de pesca y diferentes objetos, elevándose en medio de esta gran extensión de mar, arena y vegetación. El caos brinda descubrimientos maravillosos y poco a poco estas estructuras enmarañadas empiezan a adquirir, ante el espectador, formas más definidas: animales, criaturas fantásticas, seres concretos, con brazos, cuerpos, cabezas, en movimiento, en grupo, incluso en escorzo.